Me declaro una absoluta pirada de las infusiones. Y no se
trata de que me encante su sabor, me ayuden a hacer la digestión o contribuyan
a espabilarme por la mañana. Se trata de que para mi tomar por ejemplo una taza
de te rojo se convierte en una experiencia increible.
Todo va más allá de una taza con agua muy caliente, una
bolsita con hierbas y un aroma penetrante que comienza a desprenderse cuando la
bolsita se empapa completamente…MMMM…Asi comienza la “infu religión”, con ella
una extravagante reflexión.
No es que mi intención sea formar un club de personas que
agarran tazas con hilos y etiquetas que cuelgan ni nada parecido, no. Simplemente
pienso que beber agua caliente con hierbas aporta una satisfacción extra que no
da beber o comer otras cosas. Hablando en cristiano, tiene que ver con disfrutar
el instante, concedernos tiempo en una vida ajetreada, o sencillamente pararnos
a pensar en nuestras cosas.
Solo los que rinden culto al “momento infu” pueden realmente
comprender qué significa sostener una taza
entre las manos, aspirar el olor y entrar en estado parecido a la meditación y disfrutar
de ese, tu gran momento de paz. Casi se parece a esas ocasiones en el que te
das cuenta de que pensando en algo tu mirada se ha quedado quieta en un punto
fijo, del que sólo vuelves si alguien no te llama insistentemente.
Personalmente me decanto por la menta poleo, la
manzanilla, el te rojo, frutas del bosque, el te inglés, e infurelax. Para mí cada
una tiene su tiempo, su función y están directamente liagadas a un estado de
ánimo, además de ser un remedio natural.
…y sorbo a sorbo te encuentras a ti mismo.
No suelo tomar infusiones pero despues de leer esto como resistirse...
ResponderEliminarPrueba poleo con tila.... Esta riquísimo!!! Y duermes guay!
ResponderEliminarUn beso
me encantan las infusiones, muy ricas y las relajantes mejor,,... como el roibo!!!
ResponderEliminarun besote
http://alwaysparadize.blogspot.com.es/2012/06/aguita-moments.html