Dorothy, el espantapájaros, el hombre de hojalata y el león cobarde
iniciaron su marcha hacia la Ciudad Esmeralda con la esperanza de que el Mago
de Oz cumpliera sus deseos. Siguiendo los consejos de la Bruja Buena del Norte tomaron
el camino de baldosas amarillas, aquel que no tiene pérdida…
Fue hace unos días, durante la segunda etapa del Camino de
Santiago cuando me percaté del símil que tenía esta historia con nuestro particular
peregrinaje. Ninguno de mis dos muy especiales acompañantes, ni tampoco yo
misma, ansiábamos un cerebro, un corazón, obtener valor o volver a casa. Pero
sí caminábamos sin descanso y con mucho tesón tras el rastro de las conchas
amarillas.
Recorrimos Pontevedra, Caldas de Reis, Padrón y encontramos iglesias
con encanto, senderos con olor a tierra húmeda, paisajes espectaculares, huertos
frondosos, cuestas muy pesadas, fuentes milagrosas, paseantes con ilusión y
mucha magia.
Llegar a la Praza do Obradoiro que da paso a la espectacular Catedral de Santiago de Compostela no tiene nombre y sabe a gloria. Sonreír de
oreja a oreja al ver a otros peregrinos literalmente besar el suelo, gritar de
alegría y reconocer que tú te sientes exactamente igual, tampoco. Incluso decidimos
cumplir la tradición de pies a cabeza y le dimos el abrazo al Apóstol Santiago y
probar suerte con un deseo cual petición al Mago de Oz.
Y después de todo eso comprobé que la canción, el poema y
la historia eran ciertas, muy ciertas.
El camino hace al caminante, que paso a paso, verso a verso, y golpe a golpe convierte todos nuestros deseos en realidad.
Bendito momento el de la llegada, pero más bendito el de partida ya que sin él no hubiéramos vivido todos los instantes que quedan por en medio.
El camino hace al caminante, que paso a paso, verso a verso, y golpe a golpe convierte todos nuestros deseos en realidad.
Bendito momento el de la llegada, pero más bendito el de partida ya que sin él no hubiéramos vivido todos los instantes que quedan por en medio.
Todavia esta por decidir quien era el hombre de hojalata, el leon cobarde y el espantapajaros ya que el papel de Dorothy esta bastante claro. Gran experiencia!!
ResponderEliminarChaval!!!, aquí no hay nada que decidir...por desgracia, vosotros ya habíais decidido por mí, jooo. Pero en realidad, haré pública la realidad, y es que en nuestro "camino de conchas amarillas" nació otro personaje, no mencionado en los antiguos libros: "el sherpa", jajajaaa.
EliminarLas fotos son en marbella! :)
ResponderEliminarhttp://cravingforbarneys.com
Dorothy, qué buena metáfora! Yo lo hice hace mil años y aún me reconozco en las emociones tan intensas que describes de la llegada a Santiago!
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