Macu´s paradise

Leí  "Los aires difíciles", y no he dejado de fantasear con vivir alguna vez en Cádiz. Vivir, vivir, no veranear.

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Disfrutar de mucho tiempo, a destiempo de todos los visitantes de interior que invaden las playas de julio a septiembre. Paseos en invierno, pisando arena fría y con el pelo revuelto de tanto levante, ese que vuelve locos a los de allí y una vez oí que se consideraba un atenuante en los delitos cometidos.

Deseo correr el riesgo de volverme loca, y mucho más después de pasar unos días en la casa de Macus en Roche. 

Entre pinos, de un solo piso, mucho verde y aire rústico, enamora con sólo echar un vistazo. Madera, tonos cálidos, una cocina increible, dormitorios acogedores, chimenea, baños cómodos y muebles antiguos recién restaurados que crean un ambiente agradabilísimo decorado con estilazo.

Es perfecta para una barbacoa al lado de la piscina, cenas románticas, noches de largas charlas en los bancos y tumbonas del jardín, y se alquila todo el año.

   

 

 

Igual que los personajes de la novela y una canción de Quique González, yo me veo allí abajo, de vuelta de todo lo bueno y lo malo, en la ciudad del viento, donde termina el continente, bañada en salitre.

ALLÍ ME QUEDO PERDIDA, MIRANDO AL MAR.