Resulta un domingo de noviembre, en el que caminaba muy relajadamente con mi amiga Sandra y su chico por el rastro de Madrid.
Esta visita fugaz de una escocesa adoptada me llena de energía positiva cada vez que la veo. Pero en esta ocasión concreta, también me dio suerte.
Hacía solo dos días que a servidora se le había encendido la bombilla y estaba encaprichada por dar con un revistero.
Debe ser que lo había visto en algún lado, no recuerdo dónde. Yla idea que fue fraguándose poco a poco en mi cabeza, cual publicidad subliminal hace crecer el deseo en nuestro subconsciente.
El caso es que, esa mañana caminábamos despreocupadamente cuando pasamos por delante de Luces de Agadones y no me resistí a entrar a cotillear. Nunca se sabe...
Y allí estaba, escondido en una esquina y resguardado bajo una mesa. Cubierto de polvo y hasta arriba de revistas y periódicos antiguos.
Me estaba esperando y lo rescaté.
Más tarde se chupó, junto a nosotros, la gran mudanza y pulsamos juntos el reset cuando por fin colocamos el campamento.
Pacientemente, vió como nos adaptábamos a la nueva ciudad y a la nueva vida, mientras Sam correteaba por doquier y le daba un lametón de vez en cuando.
Esperó y esperó, hasta que por fín le llegó su turno. LA HORA DE LA TRANSFORMACIÓN.
Os cuento PASO A PASO cómo se dio ésta...
1. Decapar:
Aquí podéis ver el estado en el que encontré a mi querido. Estaba cubierto de una capa de pintura-barniz-algo muy desgastada y rayada.
Para desprenderla utilicé un del decapante que apliqué sobre la superficie y retiré con la ayuda de una espátula y lana de aluminio.
2. Pintar:
Utilicé el mismo color que para pintar la mesa camilla de la que hablaba hace unas semanas.
Un par de capas fue suficiente.
3. Lijar los bordes:
Me apetecía buscar un acabado envejecido sin usar el betún de judea, así que lija en mano, desgasté los bordes y la superficie más cercana a ellos.
4. Los detalles:
Así, tal cual, resultaba algo soso.
La estrella me pareció un motivo bonito para ilustrar los frentes.
5. Una capa de cera:
Para proteger y nutrir la madera.
Yo la apliqué con brocha, pero también se puede hacer con un trapo.
¡LISTO!
¿Qué os parece el resultado?
me parece espectacular! me encanta!
ResponderEliminarGracias!!
EliminarChulisimo nuestro revistero!! Ahora ya tengo un hueco para dejar el Hola :)
ResponderEliminarMe encanta el resvistero! Te ha quedado genial!!!
ResponderEliminarBesos
Sara Sánchez Velado
http://www.sarasanchezvelado.es/blog
Gracias Sara!
EliminarMuy bonito, aunque yo lo hubiese envejecido con betún de judea...queda muy bien...
ResponderEliminarBssss
Pero qué apañada eres! Te lo copio seguro!
ResponderEliminarxoxo
Quedo super boniito!!
ResponderEliminarEl verano pasado hice una cosa parecida con un tocador de estos tan monos para maquillarte que salen en las pelis, lo pinte de turquesa, le di con la lima y luego un poco de plateado, bueno más bien el trabjao lo llevo a cabo mi padre jaja