Así la siento yo.
El caso es que según la vas descubriendo, te vas topando con vestigios desperdigados que tantas civilizaciones han ido dejando a su paso. Unos encima de los otros, superpuestos, desordenados. Como si hubieran caído así, sin más.
Caos, revoltijo cultural que sale en cuanto se remueve un poco de tierra.
Si ahondas, comprendes el por qué de las cosas.
El por qué esa ciudad esquinera de la península ha sido un puerto tan codiciado y vivido. Y por qué después de haber visto tanto sobre sí, se sonríe orgullosa antes sus restos púnicos, ruinas romanas y su arquitectura modernista.
Tiene mucho de todo.
El mismo carácter que tiene la ciudad lo tiene su muralla. PECULIAR, VARIOPINTA, CAMBIANTE.
Su perímetro ha sido modificado a lo largo del tiempo. Visible a trozos en diferentes zonas. Algunos reconstruidos sobre sus cimientos originarios.
Los más antiguos forman parte de la originaria MURALLA CARTAGINESA del s. III a.C, situada originalmente en la entrada de la ciudad.
Son unos de los pocos restos púnicos que se han encontrado en la península ibérica y que se pueden visitar en el Centro de Interpretación de la Muralla Púnica. Un edificio con líneas modernas que recrea la altura y tamaño que tenía las defensas originales. Un enclave emblemático en el que se libró la famosa lucha entre las tropas de cartagineses y romanos por la conquista de la urbe.
Todo eso nos explicó con gran lujo de detalles un guía con buena planta y voz profunda.
Nos contagió el fervor de la batalla y la emoción de la estrategia militar que supuso el triunfo de los romanos.
No puedo recomendar más esta visita...
Después de meterte tanto en el papel es increíble contemplar las vistas desde lo alto del edificio. Hacerte una idea real de lo que suponía estar subido sobre ella. Imaginarte a los romanos acometiendo contra la piedra mientras los cartagineses sonreían confiados. JUSTO EN ESE MISMO LUGAR.
Para mí es escalofriante.
Y puestos a tiritar...Adherida a los restos de la muralla púnica está lo que queda de la cripta funeraria construida por la Cofradía de San José en s. XVI y XVII.
Resulta un escenario bastante tétrico. Además la cuidada iluminación de la cámara hace que la impresión sea algo mayor.
Como curiosidad os confesaré que no he encontrado en ningún lugar guías turísticos como lo de Cartagena.
Adoro que los profesionales transmitan tanta pasión y comuniquen conceptos artísticos, hechos y fechas de una manera que enganche tanto. Incluso, aunque no seas un fan de la Historia.
Soy de las que creo que existe una diferencia abismal entre asistir a un destino cultural y pasarlo de puntillas, y contratar una visita guiada en la que aprendas mucho, mucho.
¿Y vosotros? ¿Soléis acudir a las guías o preferís dar una vuelta a vuestro aire?
Que bonito.
ResponderEliminarQue bonita de verdad la manera que tienes de describir la muralla, de contarla casi a traves de las emociones que te produce estar allí, de conocer su historia, de haber tenido la suerte de entenderla.
Estuve en Cartagena hace mucho tiempo, durante la carrera.
Teniamos un profe en proyectos que era de alli, y propuso un ejercicio en la ciudad.
Ahora me apetece volver....
María
Gracias María!! Debes volver. La ciudad está cada día más preciosa...
EliminarMe ha gustado la expresión "caos cultural", "caos histórico", pero es lo que hay en una ciudad de mas de 2.300 años y en donde se han asentado diferentes culturas y pueblos y donde históricamente el que poseía Cartagena, dominaba el sur de la península ibérica.
ResponderEliminarEl centro histórico rodeado por sus cinco colinas es un caos, con calles estrechas, pero llenas de historia, de cultura, y en donde cada piedra nos dice algo, pero el Cartagena moderno es ordenado, metódico, .como son los cartageneros, con grandes avenidas y perfectamente rectilíneas y perpendiculares entre sí...
No te puedes perder las fiestas de romanos y cartagineses de la semana próxima. en donde los participantes recrean la historia tal que ocurrió hasta el mas mínimo detalle.
Bsss
Si, las fiestas empiezan hoy y es mi primer año, estoy ansiosa!!
EliminarQué sitio tan chulo! No conozco esa zona, a ver si bajo por allí de una vez. :)
ResponderEliminarAnímate Marta, no decepciona
EliminarMe ha encantado como has contado tu visita a la muralla. Yo no soy muy de contratar a un guía pero siempre me preparo la visita antes de ir. Leo todo lo que puedo sobre el sitio. No tiene mucho sentido ir a un sitio a mirar sin profundizar en su historia. Bss!!
ResponderEliminarGracias Caro!! Pues si, la alternativa de currartelo antes me parece muy buena. Se nota que te gusta mucho la Historia!!
EliminarCada vez me sorprende más tu nueva ciudad, la verdad es que me gusta conocerla poco a poco a través de ti. Qué fotos! Yo también soy de las que les encanta aprender la historia de cada lugar, si es con guía mejor :)
ResponderEliminarGracias Pepilla! A mí también me encanta que me pongas los dientes largos con tu Berlín!! Feliz finde
EliminarTus fotos son más bonitas que la realidad. Vivo ahí y bueno, cansa de verlo toda la vida...es bonito para un momento.
ResponderEliminarHola Abbey!! Gracias por comentar que mis fotos son bonitas, pero te contare que reflejan totalmente la realidad. Desafortunadamente no controlo el retoque digital, simplemente ajusto algo el brillo y color.
EliminarLa Muralla de Cartagena es así de preciosa, tal cual la muestro, al natural cien por cien...Conocer su historia más profundamente y me cuenten el por qué de las cosas es lo que ha hecho que me enamore de ella y de otros detalles de la ciudad.
Quizás, cuando vemos algo todos los días desde hace mucho tiempo nos vamos olvidando de su valor real, aunque eso no quiere decir que lo pierda.
Por cierto, yo también vivo cerca!