Casi un mes desaparecida por aquí.
Las Navidades y todos sus síntomas me han dejado una fuerte jaqueca.
La adoro (a la Navidad, no a la otra), pero en ocasiones también puede ser un tanto dura. Un vendaval que arrasa con lo que haya. Un brutal choque que me ha cogido desprevenida.
Volver a la casa en la que te has criado, las quedadas multitudinarias con amigos y las comidas-cenas-meriendas por motivos de las fiestas me han afectado más de lo imaginado.
Demasiado roscón, demasiados regalos, demasiados reencuentros para mi ya sencilla manera de vivir.
Todo se sucede más deprisa. Los coches vuelan, la gente corre, el tiempo apremia. Las horas y los días pasan fugaces ante nuestros ojos y como no andes espabilado los minutos no cunden para aquello que has planeado.
Yo, ingenua, adaptada a mi vida lenta, casi lo había olvidado y me he mareado.
Después de Reyes entré en casa tambaleándome, atontada y anhelando la rutina de provincia que me da tanta paz.
Volver a ver este mar tranquilo y azul reconforta a cualquiera.
Santiago de la Ribera está a sólo 30 minutos de Cartagena y prometo que puede ser un plan perfecto para un sábado de enero.
Para nosotros lo fue.
Había visto una foto de este muelle tan bonito en el perfil de una amiga cartagenera, que sabe de este y de otros muchos rincones bonitos de la zona, y me guardé la posibilidad de ir hasta allí en la recámara.
Una playa pequeña bañada por una apacible Mar Menor, un paseo marítimo agradable, la tranquilidad de un destino de veraneo en invierno. Volvimos nuevos.
Por el camino tuve tiempo de enamorarme perdidamente de este caserón antiguo que pedía a gritos "Cómprame y refórmame, por favor". Ojalá pudiera, pequeño.
pues como te entiendo, las Navidades son una locura y aunque viva en Berlín intento vivir la vida lenta y para nada estoy acostumbrada a tanto trasiego! Me encanta el caserón, es como de película y el cielo azul de las fotos me da una envidia tremenda! Un beso!
ResponderEliminarPues que alivio! Ojalá pudiera hacerme con la casita, la pondría bonita bonita...jeje
EliminarQue belleza de muelle y qué ganas de reformar ese caserón me han entrado... un pequeño hotelito, quizás un refugio de terapias, una biblioteca con cafetería retro... aiss que fácil es soñar verdad?
ResponderEliminarYo como Ein Tag mit Pepa estoy fuera, vivo en Malmö, yo siempre digo que es como el Málaga de Suecia, pero suecos al fin y al cabo. Comprometerse con una vida lenta es comprometerse con uno mismo, o al menos eso creo, entiendo que te haya dado el choque de la prisa y te haya tumbado bien.
Ahora ya estás de vuelta, me alegra volver a leerte.
Un abrazo,
Lou
Pues bienvenida a mi humilde sitio Lou! Qué interante la Málaga Sueca, jajaja. ¿Y como acabaste por allí?
EliminarA mi me pasa lo mismo con las Navidades, se me han pasado de a toda velocidad. Qué bonito lugar!! Cartegena y alrededores queda apuntado en mi lista de viajes pendientes!!!
ResponderEliminarSi, debes venir en cuanto tengas oportunidad. A mi lo que me apasiona es pasar una temporada de mi vida aquí porque el juego de contrastes con la capital es brutal.
EliminarQué bonito, tengo muchas ganas de ir a conocerlo
ResponderEliminarEs un gran lugar! Gracias Macamen
EliminarVengo del blog de "la Pepa", y qué alegría encontrar un espacio tan bonito. Tus fotos son maravillosas, y me encanta cómo escribes. Creo que no me queda más remedio que empezar a seguirte, jajaja... Saludos desde el norte :)))))
ResponderEliminarHola! Gracias y gracias!! Cuánto me alegro de que te gusten! Bienvenida a mi sitio. Feliz de haberte encontrado.
EliminarNo si al final no te vas a querer volver ;)
ResponderEliminarBesos.