Con lo puesto

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Somos afortunados propietarios que acaban de estrenar su piso apenas vacío.

Lo de inaugurarlo tan rápido ha sido por la ilusión de pasar por fin unos días entre nuestras -y solo nuestras- cuatro paredes, y para marcar territorio.

No nos hemos resistido a pisar tierra virgen. Expandir por doquier nuestras vibraciones, empaparlo de nuestra esencia, antes de que venga otro y deje en el ambiente cualquier otra sensación que desvirtúe lo que somos.

Hemos puesto nuestro sello. Lo que venga a continuación reposará sobre lo nuestro, la base, el inicio de todo lo bueno.
Porque resulta que además de propietarios pronto seremos caseros - por motivos circunstanciales- y alguien deambulará por aquí. Eso si, después de nosotros. Vamos, que no calará tanto.

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Grata sensación es la que hemos conseguido A COSTA DE VIVIR UNOS DÍAS CON LO PUESTO. A modo camping.
Pero un camping en las alturas, con buenas vistas y que me ha hecho reflexionar sobre que:


1. Lo sano que es, a veces, MINIMIZAR DE COSAS MATERIALES nuestras vidas. Darte cuenta que en realidad no necesitas tanto y tanto para vivir...

2. Pero que LO QUE SÍ NECESITAS EN VERANO ES UNA NEVERA.
Prescindir de ella es una buena faena...Decir NO a esa coca-cola fresquita no mola nada. A eso, y a que los alimentos se conserven más de 24 horas.
Lo peor de todo es que ya habíamos pasado por ello el año anterior. No hubiéramos resistido sin el oasis de la casa de mis padres, ni ahora ni entonces.

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3. El ingenio se desarrolla al máximo y acabas ideando todo tipo de APAÑOS CASEROS que hacen tu vida hasta cómoda.

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4. Estrenar casa mola mucho. Pero ESTRENAR BARRIO aun mola más.
Aunque a veces resulta algo fantasmagórico no tener ni cafeterías, ni tiendas, ni un mísero servicio que no sea un simple ultramarinos chino.

5. Vivir en una casa SIN COCINA PERO SÍ CON PISCINA es algo cuanto menos curioso en el siglo XXI...